Hace 1 hora
8 ene 2010
Ejemplo de vida; ladrones torturados
Cruenta paliza a ladrones que entraron a robar a una casa donde despedían el año
El pasillo de Eva Perón y Sucre, donde ocurrió el robo. Los dueños de casa molieron a palos a dos ladrones, uno de ellos armado, y los ataron con alambre para entregarlos luego a la policía.
La última noche del 2009 fue de terror para un grupo de vecinos y dos ladrones en Eva Perón al 4900. Cuando faltaban dos horas para la medianoche, dos individuos aprovecharon que la puerta de una casa de pasillo estaba abierta y se metieron. A punta de revólver redujeron a nueve personas, entre las que había tres niños de menos de 10 años, miembros de una familia que se preparaban para sentarse a cenar. Los ladrones fueron violentos en especial con tres miembros de la familia, uno de ellos un nene de 10 años.
A las 22 del 31 de diciembre, Cristina, una de las dueñas de la casa de Eva Perón y Sucre, estaba terminando de acondicionar el patio de la vivienda para despedir el año y recibir el 2010. Cerca de allí los hombres de la casa preparaban el asado cuando por la puerta de ingreso —abierta porque acababa de retirarse un familiar— ingresaron dos muchachos armados. Un tercero quedó en la puerta de campana. Los ladrones entraron por un pasillo y ganaron el patio de la propiedad, que está dividida en dos pequeños domicilios y un taller de herrero.
Pero la suerte de los ladrones no tardó en cambiar. Uno de los ocupantes de la casa se trabó en un forcejeo con uno de ellos. El maleante hizo tres disparos en el lugar pero pudo ser dominado. Mientras su cómplice huía fue sacado de la casa que pretendía robar a trompadas entre gritos desesperados de las mujeres que pedían ayuda. Al escuchar los pedidos de auxilio, los vecinos de la cuadra se asomaron. Y al enterarse de que se trataba de un ladrón se asociaron a lo que terminó siendo una golpiza descomunal.
"Todo el que pasaba, en auto o en moto, bajaba a pegarles", recordó una mujer de la zona.
Tras huir, el compañero de andanzas del ladrón golpeado regresó a intentar rescatarlo y también fue aporreado. Cuando llegaron efectivos de la comisaría 6ª se encontraron con los maleantes atados con alambre de fardo contra una columna de la luz y una escolta de vecinos.
Uno de los ladrones tenía su rostro desfigurado. Tiene 23 años y un homicidio en un robo en 2003, cuando era menor de edad. Ayer se les secuestró un revólver 38. Su compañero tiene 18 años y prontuario abierto.
Robo y castigo. "Se lo merecían. Había criaturas y no les importó nada. A uno de los nenes, de diez años, le pegaron un culatazo en la espalda. Y a mi compadre, de 58, le abrieron la cabeza de un golpe", dijo Cristina de 33 años. A su lado estaba Mary, su comadre de 54, a quien tras el robo frustrado atendieron por un pico de presión.
A las 22 del 31 ingresaron dos muchachos armados. "Uno entró y agarró a mi compadre, de 58 años, junto a la escalera. El otro fue hacia donde estaba mi comadre con el nieto de 10 años. Los dos estaban armados", recordó Cristina. "Me pedía la plata. Qué plata, les decía yo, si somos gente pobre y trabajadora. Mi marido es herrero. Mi compadre yesero y yo empleada de comercio", explicó Mary.
Los ladrones golpearon a los hombres y al nene de 10 años para hacerse con una cartera y un celular. Pero fue en ese momento, mientras atesoraban tan magro botín, cuando uno de los dueños de casa se abalanzó y desarmó a uno de los ladrones.
"Forcejearon y el ladrón hizo tres disparos en dos veces. Mi marido le pegó en la espalda y el choro se iba como gateando. Cuando salió a la vereda íbamos todos detrás de él. Los otros ladrones huyeron. Yo empecé a los gritos que llamaran al 911. Así se asomaron los vecinos de la cuadra", recordó Cristina. Así, entre los autos que circulaban por la ex calle Córdoba, el ladrón sin fortuna cruzó de vereda. Pero los vecinos lo alcanzaron y a las trompadas y patadas lo volvieron a cruzar. A los golpes lo llevaron unos 40 metros por Sucre entre Perón y Santa Fe.
Calvario del ladrón. El reguero de sangre se detuvo contra una columna a la altura del 768 de Sucre. Ahí el asaltante fue atado con alambre de fardo que aportó uno de los vecinos. "Todos los que se quedaron en el barrio salieron a la calle y le dieron", insistió Cristina. "Pensamos que esto fue un robo al voleo. Venían a robar el almacén que está en Saravia y Perón, pero como don Tito cerró más temprano, se metieron donde pudieron", recalcó la mujer.
El que peor la llevó de los ladrones fue Emanuel Víctor Velazquez, de 23 años. "Lo dejaron irreconocible. Tiene la cara como una morcilla", indicó un vocero policial. "Cuando llegaron los móviles al lugar él y su cómplice estaban atados como chanchos con alambre", precisó. Se le secuestró un revólver calibre 38.
Entre sus antecedentes policiales Velázquez tiene un homicidio tras un robo calificado en 2003, cuando tenía 17 años, que está en el Juzgado de Sentencia 2ª. Su compañero de infortunio fue identificado como Brian Leonel R., de 18 años, también con prontuario según confiaron los investigadores.
Fuente:
pd: el título no es joda, ni un sarcasmo ni una ironía.
¿Ellos nos niegan nuestros derechos humanos?
Nosotros nos convertimos en monstruos, que ahora vayan y le reclamen sus derechos humanos a la policía....
y sino, hacer la gran Moe; "la próxima vez que quiera entrar a robar una tienda esta tendrá que tener rampa para discapacitados"
pd: la foto del hombre que ilustra la nota no tiene nada que ver con el artículo. lo siento, pero sabía que si no era por su magnetismo, nadie leería esta noticia. mis respetos a los familiares del sujeto.
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