Roberto Saviano, autor de la novela Gomorra, obra de ficción donde se delatan diversos pormenores gruesos del mundo de la mafia. El producto se convirtió en best-seller y esa fue su condena. La Camorra le juró la muerte.
Julian Assange, creador de Wikileaks. Filtró documentos privados que delatan crímenes de lesa humanidad ejercidos por los Estados Unidos y por ello fue su condena. Los Estados Unidos pretenden darle pena de muerte... o mejor dicho. Estados Unidos le juró la muerte.
Dos hombres cuyo crimen fue filtrar información incómoda para los poderosos del bajo y del bajo mundo. Y esto es un paralelismo escalofriante.
Este mensaje que acabamos de escribir inspirados en una nota de la publicación independiente "Hecho en Buenos Aires". La verdad que lo escribí con el corazón y con toda la intención puesta en manifiesto. Es por eso que ahora, con toda la esperanza del mundo, edito el texto y lo añado a un cartel con la esperanza de que este navegue por las aguas de las redes sociales y se difunda. El cartel carece de mención de su autoría de manera tal que no evite ser compartido por aparentar ser propaganda de ningún tipo (y si alguien más le pusiera su firma, no importaría en cuanto se difunda el texto). También considero que a nivel estética el título del mismo es, cuanto menos, amarillista, pero es una licencia que me permito con el objetivo de llamar la atención hacia un tema que al fin y al cabo considero importante.
En fin, saludos gente.
1 comentario:
Toda rivalidad puede ser llevada en tanto no se rompan determinados codigos. La presion social con normas de conducta que piden mas de un hombre que lo que un hombre puede dar, pueden llegar a ser mas salvajes que la propia naturaleza. Es una suerte de despotismo ilustrado, en el que cualquiera que no pueda dar con el molde social imperante debe ser perseguido e incluso eliminado.
La existencia de la izquierda y la derecha, del autoritarismo y el ideal republicano democratico son necesarios tanto para el crecimiento de unos como para el crecimiento de otros. La sana confrontacion, en un marco de codigos.
Pero estos codigos se rompen cuando no se puede ganar la confrontacion de manera frontal, con fundamentos abiertos al publico, y ante una inminenete derrota o escarnio publico, se recurre a medios sediciosos, supersticios y conspirativos para eliminar al oponente.
Esa conducta es la denominada "mafiosa": una manera cobarde de intentar eliminar al enemigo cuando no se puede rebatir abiertamente sus discursos, o no se tiene la humildad suficiente para admitir la derrota.
Es ganar o ganar a todo precio. No importa como. El poder por poder. Y en eso, no hay distincion entre izquierdas o derechas. Eso hace a una diferencia de verticalismo: elevacion humana o bajeza humana.
La busqueda constante de matar al mensajero cuando no se tolera el mensaje.
El centro de la discucion, a mi entender, es la propia libertad. Se deber reaviviar el debate a cerca de la libertad y entenderla con todas sus limitaciones (aunque suene contradictorio). Todos (me incluyo) tenemos que aprender de los errores, aprender de la vida y estar dispuestos a cambiar. Todos debemos entender cuales son los limites de los recursos que queremos aplicar para triunfar en nuestras posturas. Y de poco, haciendonos cargos de nuestras miserias, lograr revertir de a poco este infierno de ignorancia y vanidades heridas.
Y parece un mensaje muy naif pretender que algunas personas que estan convencidas que las otras son tan solo su postura politica, su discurso o un numero mas (una actitud psicopata) y no como una persona integra, vayan a cambiar.
Queda un camino muy largo, en el que parece que, para colmo, estamos yendo para atras estos ultimos años. Vivimos epocas en las que el rival es un enemigo a exterminar y quien busca la conciliacion es tomado de tibio o estupido. Eso, a mi modo de ver, es un estado de guerra. Recuperar la armonia de las relaciones sociales, la humildad, la humanidad y la educacion es apostar a la paz.
Saludos.
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