Un grupo de feministas
fueron a los hospitales para "evaluar" mediante una encuesta, el
funcionamiento del servicio de atención a víctimas; pero su encuesta
preguntaba sólo sobre "violencia contra las mujeres", lo cuál causó que
se las rechazaran los directores y directoras de los hospitales a los
que asistieron, puesto que los programas de violencia familiar en las
clínicas dan servicio a todos: puede llegar el abuelo golpeado, o la
hija adolescente golpeada, el padre o la
madre golpeados, etc. La atención en los hospitales se da de modo
equitativo y no como un programa de "violencia contra la mujer"
exclusivamente. Esto a las feministas les causó un ruido enorme; porque
además no encontraron la cantidad de casos que esperaban. En la reunión
expresaron su verdadera preocupación: "si disminuyen los casos de
violencia física contra la mujer, el Estado va a quitar los recursos
económicos para estos programas". En ese comentario mostraron lo que
realmente les interesa: el dinero. Obviamente las feministas jalan parte
de los recursos del Estado para sus "evaluaciones", "intervenciones",
"proyectos" contra la violencia de género. Necesitan fabricar
estadísticas de mujeres víctimas de otro modo se quedan sin dinero.
Finalmente estas feministas expresaron que van a tratar de culpar al
personal de los hospitales acusándolos de "victimas no conscientes" o
"perpetradores de violencia". Van a manipular cifras y decir que el
personal médico "es machista" (e incluyen a mujeres médicas
también).
Así trabaja el feminismo político.
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