Me saqué la lotería; tengo cáncer

Y esa es la gran gran noticia. Me diagnosticaron cáncer de páncreas.Yahoo. Como a casi todo el mundo, tenía una posibilidad en cuatro de manifestar algún tipo de mal al respecto a lo largo de mi vida. Bueno, me llegó ahora. La re puta que te parió arbitraria lotería de la vida (aunque igualmente tuve más suerte en nacer, digo, el óvulo indicado con el esperma adecuado ¡pum! eso sí que es suerte).

Desde hace un tiempo me había empezado a dejar crecer el pelo porque pensaba que quizás rondando los 30 empezaría a caerseme. Quién diría que empezaría a caerseme mucho antes.


En fin, ahora estoy bien, pero cuando empieza a dolerme la espalda ya no es tan gracioso. De hecho ni siquiera tengo ganas de decir nada amable, ni siquiera un puto chiste de mierda.

Años atrás me operaron de la columna. Semanas después de la operación pregunté en qué consistió la cirugía. Es algo que me revuelve el pecho (curiosamente, es lo que literalmente me hicieron) así que no voy a hablar de eso. Con esto digo que hay cosas que prefiero no saber, o conocerlas superficialmente. Soy suceptible a cuestiones médicas y de cirugías, todo eso me impacta de forma atroz. Hasta me disminuye la presión, ahora mismo lo está haciendo, mejor digo cualquier otra cosa.

Mmmh, qué más decir. Ah sí, esto quizás sea tétricamente jocoso si lo pensamos un poco, y es el hecho de que como quizás no tenga la chance de salir con otra mujer desde que me dejó mi gran amor, creo que técnicamente podría decir que quedé invicto en mi promesa de que definitivamente ella fue el amor de mi vida XD
Y ojalá que así hubiera sido. Sin embargo, viendo en retrospectiva y ya habiendo cicatrizado ese afecto no correspondido, creo que viendo las cosas de este modo eso fue algo hasta cierto punto... bueno. Después de todo, ella ya no va a tener que hacer un duelo por mi eventual deceso. No verá cómo pasé de ser el chico que alguna vez le gusto a alguien que con sus imperfecciones vaya mermando su paciencia hasta desear su desaparición. No esperen un segundo... ¡Eso mismo ya pasó! XD
Bueno, el punto es que es funcional a esta situación que nos hayamos separado hará su buen tiempo ya que ya no tendrá culpas por lo que me pase, ni me idealizará una vez que me haya ido. Simplemente, cosas que pasan. Creo que las situaciones límite nos hacen volvernos un poco sabios. O un poco locos. O simplemente plantearnos ideas medio raras que de otro modo no se nos cruzarían por la jodida vida. Carajo, o capaz que digo eso ahora pero en realidad me estaré perdiendo de la auténtica sabiduría que se gana con los años y experiencias de la vida, jaja

En fin, volviendo a lo inevitable y al punto que siento casi el compromiso conmigo mismo de tratar, ya se confirmó. Esta semana empieza la quimioterapia y quizás ese ardor conocido por intentar salvarnos con crudeza y crueldad sea algo a lo que tenga que acostumbrarme aunque no quiera. Así que mejor escribo todo esto ahora y rápido mientras todavía no termino de procesarlo, mientras siga siendo capaz de no sentir la auténtica angustia y realidad de la situación y todavía tenga el orgullo en alto de no creer en dios ni en los milagros. Después quizás empiece a desmoronarme y desmoralizarme pero para ese entonces espero no tener ánimo de escribir esas eventuales mariconadas en este sitio. Sí, que no se vuelva una suerte de diario agónico lleno de mensajes de aliento. Al carajo, para ellos ya hay bocha de cadenas de mensajes pedorros. Así que quizás siga refunfuñando de las giladas de la vida en mi lecho de muerte. O no. Probablemente, bah, me juego las bolas que no tengo que voy a terminar transitando el proceso de mismo modo en que lo haría cualquier paisano.

De todos modos, cuando me operaron por primera vez de la columna adoré el sentimiento de paz y felicidad que me daba cada vez que me daban una dosis de morfina. Dicen que a los que están en las últimas les cumplen ese lujo para apaciguar los dolores así que de algún modo va a ser una especie de sueño raro volver a vivir, de manera extraña, una época que consideré raramente feliz a la mitad de la adolescencia. El ambiente hospitalario, su olor. Ver aburrido el mismo techo todo el tiempo. Ver gotear el suero, la próxima dosis de morfina. 

En fin, eso era todo, creo. Ojalá que todo esto sea una gilada y la vida siga de largo para rato.