¿Es una ilusión por parte de nuestro sentido del gusto, o realmente, la Coca-Cola© estaba adulterada?
Puede que sea paranoia -puede que no-, pero la tecnología necesaria para llevar acabo este proceso existe.
Para que se den una idea de cómo viene la mano con el asunto, en cada país, Coca-Cola© no es dueña de ninguna de las fábricas que producen el producto, sino de la marca registrada del mismo. De esta manera, para que un establecimiento industrial elabore la gaseosa, primero debe estar aprobada por la corporación madre
(un proceso por demás exhaustivo) para luego, regularmente, recibir bolsones con el producto base necesario para elaborar la gaseosa.
Considerando este punto, ¿quién nos asegura de que, realmente, estos establecimientos cumplan al 100% con la norma establecida?
Del mismo modo, si pensamos en las gaseosas retornables, está claro que estas pueden ser rellenadas con cualquier otra variante del producto. Si consideramos que, aunque suene increíble, la tecnología necesaria para fabricar y colocar las tapas de estos envases, aunque suene increíble, no están alejadas de cualquier gran inversor (aunque si sería loco que alguien invirtiera 100 mil dólares en una máquina sólo para fabricar un producto falso), pudiendo de este modo rellenar las botellas con un producto distinto.
Por algo es que las veces en las que la Coca-Cola© tuvo un sabor "no grato", esta parecía una gaseosa barata, de esas marcas alternativas que a nivel calidad ni se le asoman.
Ya me ocurrió varias veces de tomar una de estas gaseosas sin el gusto esperado, llegando a la ridícula ocasión de terminar tomando una con sabor a.... ¡pomelo!

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