Un ejemplo del "Factor Chamullo" explotado dignamente en una revista de videojuegos

Recién me acordé de algo que al menos para mi resulta curioso, es algo que me gusta llamar "factor chamullo". Es decir, cuánto inventa o elabora de su parte el redactor de un artículo. Es algo común en muchos medios especializados. Sin embargo, eh ahí la magia de la Irrompibles; ustedes nunca necesitan usar palabras aburridas y harto conocidas para sino que siempre se habla con un sentimiento y calidez propio de ustedes (o mejor dicho, nosotros, puesto que es difícil a la corta o larga no sentirse parte del grupo). Diós, si hasta cuando hablan como viejos que se cagan encima cada 2 por tres tiene su gracia. Del mismo modo, nunca se quedan sin creatividad para narrar algo, puesto que cuando quieren (no cuando pueden o les dejan; cuando quieren) se dan el lujo de narrar todo como si de literatura se tratase, como si el narrador viviese dentro del juego. Nada de análisis gourmet en los que el redactor emite tecnicismos que no transmite nada de emoción.

Personalmente pertenezco al segmento de lectores que no juega a casi nada actual debido al hardware que poseo y a decir verdad compro varias revistas del segmento, por un lado por las imágenes (me gusta el papel y creo que en él los jpegs se lucen más) pero también por los artículos en mayor o menor grado, siempre tendiendo hacia esto último. Digo, más allá de las novedades que están por salir (donde se reparten los típicos blah blah blah innovación blah blah blah despliegue gráfico de última generación blah blah esperemos que esté bueno) siempre espero encontrarme con al menos una pisca de factor "cultural" que haya que el producto en cuestión no sea un mero catálogo de videojuegos donde analice si me conviene comprar o no el título de turno (que por cierto no estarán a mi alcance)

No. Puedo leer el artículo sobre un videojuego que no me interesa en lo más mínimo y, al menos, apreciar la subjetividad y la buena onda del redactor en cuestión, la manera en que narra lo que narra y justifica lo suyo, quizás saliendose del juego y abarcando otras cuestiones que no lo tocan pero que aun así lo vinculan. Después de todo, un videojuego puede ser también apreciado como parte de una experiencia íntegra que es el vivir. Hmmm (jajaja, ya ni se cuándo se me prendió la lamparita del "factor chamullo" en mi redacción)

En fin, creo que este texto es un lujo que me quice dar nomás.

Jorge Julio López lee Irrompibles mientras dibuja Monigote Fantasy en paint (?)