Chorros sin códigos

En situaciones límite se toman decisiones límite. De cara a una persona con un arma, uno puede confirmar que esa persona, si tiene el arma, puede usarla para matar. Lo que no se sabe es si esa persona tiene deseo de matar. Quienes tras entregar todas sus pertenencias al ladrón de turno luego son muertos por ellos, confirmaron lo segundo. Es ese mismo horror y espanto a la segunda opción lo que lleva a una persona a contemplar la posibilidad de matar en defensa propia.

Esto pasa porque los chorros de la nueva generación no tienen códigos, son menos que chorros, son genocidas. Por esa falta de moral y códigos es que generan un desequilibrio que lleva a que luego alguien esté dispuesto a matar a cualquier "chorro" por miedo a que este sea un degenerado genocida.
Estoy en contra de la violencia. Pero para mi la muerte mía o de un ser querido es un absoluto tabú, y para evitarlo, desearía que quien esté dispuesto a ejercer esa aberración desaparezca.